La iguana marina de Galápagos (Amblyrhynchus cristatus) es una especie única que se encuentra exclusivamente en las Islas Galápagos. Es la única iguana del mundo que puede nadar y alimentarse bajo el agua. Estas fascinantes criaturas han evolucionado para prosperar en el duro entorno costero de Galápagos, donde a menudo se las puede ver tomando el sol en costas rocosas para regular su temperatura corporal.
Las iguanas marinas tienen glándulas especializadas que les permiten expulsar el exceso de sal de sus cuerpos, una adaptación crucial para sobrevivir en su hábitat salado. Se alimentan principalmente de algas que crecen en rocas submarinas y se sumergen a profundidades de hasta 30 pies (9 metros) para buscar alimento.
Estas iguanas exhiben una variación notable en tamaño, color y comportamiento en las diferentes islas del archipiélago, un fenómeno que ha fascinado a los científicos que estudian los procesos evolutivos. Desempeñan un papel vital en el ecosistema de Galápagos, contribuyendo al ciclo de nutrientes y sirviendo como presa para depredadores como los halcones y las serpientes de Galápagos.
A pesar de su capacidad para nadar y buscar alimento bajo el agua, las iguanas marinas enfrentan amenazas de especies introducidas, pérdida de hábitat y cambio climático. Se están realizando esfuerzos de conservación para proteger a estos reptiles icónicos y preservar la biodiversidad única de las Islas Galápagos.